Siguiendo el curso del río Ter conseguimos llegar a Jafre. La hiedra de las paredes ya se ha tornado de color bermellón dando la bienvenida al otoño. Ha sido un fin de semana muy ventoso, pero la Tramuntana se apiada de nosotros y decide darnos una tregua. Hace una plácida tarde, perfecta para regarla con unas buenas cervezas. Tras recorrer la empedrada calle De La Creu llegamos al lugar indicado: El Birrot. No hay nadie en la calle, pero el cartel de madera que cuelga del muro nos indica que no nos hemos equivocado. La verja entreabierta nos invita a entrar. Pasan pocos minutos de las seis y ya hay algún que otro grupo de jóvenes birrunos sentados en las mesas del patio. Se intuye que la parroquia local estaba sedienta de buena cerveza tras el mes de asueto del personal. Y nosotros también, así que nos dirigimos sin dilación hacia nuestros asientos.
Los letreros de un árbol del patio nos indican la dirección y distancia exacta hacia los destinos cerveceros por excelencia: Pilsen, Bruselas, Londres y Baviera. Pero lo cierto es que no hace falta cerrar los ojos para soñar estar en alguno de estos lugares. El lugar perfecto es aquí. L'Empordà es un regalo para todos los sentidos. Se puede palpar en el aire. La temperatura es perfecta para ser principios de octubre, no se oye ni un ruido y la vista de la llanura que se extiende hasta el Montgrí nos relaja la vista. La dorada luz del ocaso nos recuerda que el verano ya nos queda un tanto lejano. Nunca me he chutado heroína pero dudo que pueda ser más poderosa que esto. Con las endorfinas recorriendo mis venas me dirijo a la barra a pedir la primera cerveza de la tarde.
Tras la barra aguardan Isaac Batllori y Sergi Padrosa, parapetados tras un tirador con forma de cuchillo de Warpigs y otro de la rana psicotrópica de Left Coast. Nos acogen en su casa con ocho tiradores rotativos y dos neverones repletitos de felicidad líquida. Bendito Empordà.
Parece increíble que esto pueda existir en un pueblo de poco más de 300 habitantes, pero no es ni más ni menos que el fruto de un trabajo bien hecho. Desde 2015 los dos socios comenzaron a dar de beber craft en El Bart, el local social de Jafre, y el proyecto fue creciendo en cantidad y calidad hasta que finalmente reconvirtieron un restaurante en la cervecería craft que es ahora: El Birrot. Isaac me explica que inevitablemente en verano mucho guiri acaba de birras aquí, pero que podrían prescindir perfectamente del turismo. Su parroquia local es bastante fiel y en invierno la cervecería suele estar llena todos los fines de semana, y los días laborables también hay bastante cliente asiduo. Damos fe, el primer sábado de octubre había un ambientazo de gente joven local con ganas de disfrutar de las cervezas y de los placeres que nos brinda l'Empordà.
Isaac nos explica que durante el confinamiento la cosa fue dura, pero tras finalizar el estado de alarma el patio les ha salvado la vida. Ahora en otoño ya se puede acceder al interior de la cervecería, con las medidas higiénicas y de seguridad necesarias. El interior es muy cálido: todo en madera, nos aporta ese
caliu que nos hace sentir muy cómodos. Las mesas no son muy grandes y con taburetes altos. un fuego a tierra nos va a asegurar una jornada confortable durante el duro invierno ampurdanés. Las botellas que decoran las paredes nos recuerdan que no debemos postergar demasiado nuestro próximo viaje a Bélgica. Y las latas que tienen expuestas le dicen subliminalmente a mi cerebro que debo buscar un
beer mule en Estados Unidos con premura.
Pero la joya es sin duda su patio. La vegetación nos aporta frescor y sombrita durante los calurosos días de verano. Ahora en otoño, bajo la luz dorada del ocaso, nos brinda un maravilloso espectáculo de colores. Las mesas y barriles sortean la arbolada. Alguna incluso se erige en un privilegiado lugar elevado para mayor disfrute de las vistas.
Conforme avanza la tarde la terraza se va llenando de gente. La mayoría jóvenes de pueblos vecinos. El ambiente es muy agradable. Ha caído la primera New England Double IPA de la tarde y habrá que ir pensando en llenar el estómago antes de que la poderosa Ninkasi altere nuestros sentidos. Sería toda una lástima, pues lo estamos gozando al máximo.
Para comenzar a abrir boca pedimos la tabla de quesos locales, que van a ir perfectos para maridar con la Wild Ale de l'Anoia que nos acabamos de pedir. Más adelante nos va ha hacer falta pedirnos la nutrida tabla de embutidos locales para aguantar la Imperial Baltic Porter para poner el broche de oro a una jornada birruna épica. El pa amb tomàquet que no falte.
Acerca de su selección birruna de grifo. Gran variedad de estilos en sus ocho tiradores, donde nunca falta una Pilsner o una Kölsch artesanal para los temerosos de probar otros estilo que no sea la rubia facilona de toda la vida. Una Belgian Ale, Varias IPAs y alguna que otra negrura. También alguna Sour, durante nuestra visita tuvimos la suerte de que había Magic Lambic de Cantillon. No todos los días se ve esto per aquestes contrades.
Acerca de los birrotes que nos aguardan en sus neveras. A nivel local Soma, DosKiwis, La Pirata, Rec, Màger, Beering Barcelona, La Salvatge, Garage Beer, La Calavera, Lo Vilot, Undarius y Poch's. A nivel nacional Basqueland, Gross, Castelló Beer Factory y Naparbier. De allende nuestras fronteras Cloudwater, Verdant, Pomona, North, Wylam, Amundsen, Lervig, The Piggy, Mikkeller, Mikkeller Baghaven, Fermenterarna, Seven Island, Frau Gruber, Schneider Weisse, Schlenkerla y Brekeriet. En el apartado belga De Dolle, Loterbol, Orval y Rochefort. Muy a destacar su apartado de Lambics, con joyitas de Cantillon, 3 Fonteinen, Boon y Tilquin. También cuentan con diversas cervezas sin alcohol y sin gluten. Maravilloso.
Cayó la noche y llegó la hora de partir. No obstante, para jóvenes aventureros en busca de emociones birrunas, podéis organizar un peregrinaje por el Baix Empordà haciendo ruta por el taproom de DosKiwis (algunas noches tienen food trucks), La Llúdriga 3.0 y El Birrot, en el orden que queráis. Eso sí, sed conscientes de que hay que desplazarse en coche, sed prudentes. Nada más. Tan solo agradecer a Isaac y Sergi el rato agradable que pasamos y deseando volver de nuevo. ¡Aún tengo las endorfinas por mis venas! Concluimos la entrada colocando su merecidísimo pin en nuestro Mapa Birruno.
Balance de daños:
-Soma - Bubble Wrap. New England Double IPA con Galaxy, Cryo Ekuanot, Cryo Citra y Mosaic. Muy en la línea de Soma. Mucha fruta (tropical y de hueso) muy sedosa, con cuerpazo. Quizás no sea la mejor NEDIPA de Soma pero la verdad es que nos tienen acostumbrados a unos nivelones que cuestan superar. 8,0%.-Màger - Soul Peach. American Wild Ale con base de Imperial Berliner Weiße, acidificada con Lactobacillus Helveticus, refermentada con un 30% de melocotones de viña ecológicos durante 5 meses y madurada en barricas de vino blanco y la adición de vainilla bourbon. Locura máxima. El aroma a melocotón es brutal, el punto funky del Lactobacillus perfecto, el fondo de vainilla aporta una suavidad extra brutal y entra con una facilidad increíble ¡ojo! ¡9,0%!
-Põhjala - Öö. Imperial Baltic Porter. Al olfato mucho cafetazo y regaliz. En boca mucho café, azúcar moreno, ciruelas pasas. La he pillado con ganas, así que me ha cundido bastante. Con muchísimo cuerpo e incluso diría que gomosa. 10,5%. Tómate unas botellitas de agua antes de volver a casa.
El Birrot Carrer de la Creu 5, Jafre (Girona) 635 624 726
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