Y con mucha penita y mucho dolor nos vamos a fundir la última botella de la tristemente desaparecida Spencer, única cervecera trapense fuera de continente europeo. Así que damos por supuesto que ésta tiene todos los números para que sea la última cerveza que nos bebemos de ellos.
Nos habíamos dejado para el final su Monk's Reserve Ale, una Quadrupel de 10,2% para acabar más tajaos que el greñas de Locomía. Vamos allá.
La sirvo en copa TeKu. Presenta color pardo, con algún destello rojizo al trasluz. La espuma es muy abundante, muy compacta, muy persistente y cremosa, y de color beis. Al asomar la napia podemos disfrutar de los aromas a ciruelas pasas, higos secos y uvas pasas. También el puntito belgian, que no falte.
En boca es una cerveza intensa, potente. Es un pelín alcohólica, pero sin resultar durita, con cuerpo, para disfrutarla con la calmeta. Sabor tostado, maltoso, con notas dulces, acarameladas y de toffee. Nos vienen en sabor todas las frutas que hemos percibido en aroma: uvas y ciruelas pasas, higos secos... la levadura belga impone un marcado carácter, notas especiadas... una joyita. Me costó 4,29€. Botella de 33cl. Espero que la abadía de Saint Joseph reprenda su actividad birruna de nuevo, me daría mucha pena que desapareciese para siempre.
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