14 de enero de 2023

Boon - Vat 91

Estas pasadas Navidades he podido disfrutar poquísimo de mi bebida favorita: tan solo dos cervezas. Y es que cuando uno está cascao lo único a lo que aspira es a estar en la cama y rezarle a La Moreneta para que acabe el calvario cuanto antes.

Una de las que me abrí fue la Christmas Ale de Sint Bernardus, que ya reseñé el pasado día 5, y la otra es la que nos atañe hoy: Vat 91 de la también cervecera belga Boon.

Se trata de una cerveza Gueuze. De la serie Vat hay muchísimas variedades. Si no estoy equivocado, el número hace referencia a la barrica de la Lambic que han utilizado. La cervezas Gueuze se caracterizan por mezclar cervezas Lambic jóvenes con otras más viejas. De la habilidad y buen hacer del maestro mezclador depende el sabor de la Gueuze en cuestión. Me he fijado que en la serie Vat indica que es un Mono Blend. Como no tenía ni idea de lo que era una Gueuze Mono Blend he tenido que buscarlo. Por lo visto utilizan un 90% de Lambic vieja (del mismo barril de roble, que es el que da nombre), y tan solo se le añade un 10% de Lambic joven, que fermenta ya en botella una vez mezclada.

Pues bien, vamos allá. Descorcho la botella (cómo me encanta descorchar cervezas) y la sirvo en el vaso adecuado. Presenta un color entre dorado y amarillento, bastante vívido. La carbonatación es muy abundante. Normalmente este tipo de cervezas suelen tener un tipo de carbonatación parecida a la del cava, con mucha espuma al principio, pero de espuma efímera y de burbuja muy fina y mucha retención del carbónico. En este caso la espuma ha durado muchísimo más de lo esperado, para poder hacer la sesión fotográfica con relativa calma, e incluso me ha sacado una corona compacta y de aspecto cremoso bastante apetecible, y con una duración bastante prolongada para lo que suelen ser las Gueuzes.

Al naso nos vienen notas de madera y de granja bastante interesantes. En boca es una cerveza muy compleja. Tiene notas más que notables de madera, con la acidez bastante moderada, el ácido acético bastante suave y un claro predominio del Brettanomyces. Mucha granja en boca, muy belgian, y sin que nos resulte un vinagrazo. Para ser una Lambic la cosa se nos sube a los 8,0% (cuando usualmente suelen rondar los 5,0%) sin que la sangre llegue al río. No resulta nada fuerte, el alcohol está perfectamente integrado y tampoco le aporta un cuerpo tan robusto como para restarle bebestibilidad. .Me ha parecido muy interesante. Tengo alguna otra Vat de numeración diferente en el trastero, a ver qué tal el invento. Ya os contaré cuando las abra de aquí unos meses. Comprada online en Huis Van De Geuze por 8,22€. Botella de 37,5cl.

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