Hace un par de meses nos pegábamos un Oktoberfest casero de lo más interesante (y barato, añado) con cervezas que me sorprendieron muy gratamente. Una de ellas fue la Oktoberfestbier de la cervecera muniquesa Spaten, así que me rondaba por la cabeza la idea de revisar su Münchner Hell, que la había bebido en numerosas ocasiones, pero que nunca había reseñado para el blog. Total, que una tarde en Carreful de Estambul topé con ella y para casa que se vino.
Pues nada, vierto en vaso alto para Lagers. Luce dorada y límpida, sin impurezas, turbideces ni demás mierdas. Carbonatación abundante, espuma blanca, compacta y de persistencia media.
Al acercar la tocha nos llegan aromas de cereal (cebada), notas que nos recuerdan al pan, y un puntito floral muy sutil y pasajero. En boca cuenta con un cuerpo ligero, entra con facilidad. De sabor suave, con claro predominio de la cebada, un dulzor suave, en general bastante fina y de amargor final bastante suave también. Resumiendo, todo bastante (demasiado) suave. Sabor rico, pero a mí personalmente me ha parecido un tanto sosita. Me quedo con su Oktoberfestbier. Me costó 1,75€. Botella de 50cl.
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