Hoy por ser la noche de difuntos os traigo la Paranormal, otra frikada más de los canadienses Flying Monkeys, que es perfecta para la época otoñal en la que estamos y que hará las delicias de Íker Jiménez y de todos los amigos de este tipo de fenómenos paranormales.
La cerveza en cuestión es una Imperial Pumpkin Ale, porque como ya sabéis a esta gente no le van las recetas normales y corrientes. ¿Para qué hacer una Pumpkin Ale normalita de toda la vida?, nosotros a lo grande, con dos cojones, Imperial Pumpkin Ale, haciendo gala de nuestro lema: Normal is weird. Os advierto a todos los fans del potaje de calabaza que os vais a llevar un chasco, porque el brebaje en cuestión más que una Imperial Pumpkin Ale es a mi parecer una Imperial Cinnamon Ale, y es que la cosa va cargadita de canela para aburrir.
Presentada en botella de 75cl y con una caja muy chula repleta de dibujitos y colorinches muy molones. Yo a día de hoy la utilizo para guardar allí mi colección de chapas. Qué queréis que os diga, yo lo del carpesano con los clasificadores de chapas de plástico transparente lo he visto siempre como muy viejuno. Y ese lomillo marronuno del carpesano, ahí en la estantería... ayyyyy ¡qué dentera me da!.
En copa tiene un bonito aspecto. Es una cerveza de color pardo y con destellos ambarinos, y con una tupida corona de espuma de color beis bastante persistente. Al olfato es un bofetón de canela y especias más potente que el Reign in blood de Slayer. En boca es muy dulzona, un auténtico caramelazo. La canela para mi gusto demasiado intensa, de manera que la calabaza la vemos dibujada en la caja pero no dentro de la botella. Aún así no me ha parecido una mala cerveza, dentro de lo que cabe -y añado que a mí personalmente no me gusta nada el exceso de canela- me ha parecido una cerveza que, entendiendo lo que es y tomándosela con mucha calma, puede resultar una cerveza incluso agradable. No es la cerveza típica que te beberías a litros. Es para bebérsela con bastante calma. La trajo un día a casa mi querido amigo Charlie -al que desde aquí le mando un fuerte abrazo- e incluso compartiéndola con él y mi mujer nos sobró para el día siguiente. ¡Muchas gracias Charles!. 10,1% de graduación, ahí es nada.
El tema de las "pumpkin" lo tengo dejado por imposible, no me gusta la calabaza y punto... :(
ResponderEliminarLa estética de esta marca, es inconfundible, la antitesis a las etiquetas de De Molen...XDDD
Un saludo.
Lo de la calabaza va por preferencias personales, pero yo a este tema cada vez lo veo más como una broma de mal gusto de Halloween que no una receta seria. Gustar, lo que se dice gustarme a decir verdad muy pocas. Sobre las etiquetas ya solo les falta ponerle unos LEDs luminosos para acabar de rematar la faena. Al tiempo. Un saludo.
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