Tengo especial predilección por las cervezas de Dieu Du Ciel! que hasta la fecha me han parecido todas pepinacos absolutos. Bordándolo en todos los estilos que tocan, y la de hoy no ha sido una excepción, me atrevería a afirmar que es la mejor Berliner Weiße que me he bebido hasta la fecha.
Se da la paradoja de que pese a haber advertido en todas las cervezas de esta brasserie québécois que la chapa se sacaba a rosca, siempre se me olvidaba y la acababa sacando con el abridor, y eso que en teoría soy coleccionista de chapas de cerveza. Ésta ha sido la primera que he abierto correctamente.
Dejando mi corteza de lado, centrémonos en la cata de la cerveza. Se trata de la Solstice d'Été. De esta cerveza existen dos versiones en botella: la de cerezas y la de frambuesas, que es la de la que nos ocupamos hoy. En barril se han realizado múltiples versiones con multitud de frutas: mango, ciruelas, fruta de la pasión, moras... La etiqueta es una maravilla, añado.
La sirvo en copa TeKu, presenta un color rojizo muy vivo e intenso precioso. La carbonatación es escasa y no tarda en desaparecer, sí deja una sensación picante en la lengua durante toda la degustación (me refiero a que las burbujas pican en la lengua, no a que lleve chili ni nada parecido). Al olfato ya huele a frutas del bosque que alimenta. En boca es frambuesa pura. Una absoluta delicia. Todo fruta, pero dejando un margen para ese puntito Sour que nos recuerda que efectivamente nos estamos tomando una Berliner Weiße. Maravillosa. 5,9%. Comprada en 2D2Dspuma por 4,95€.
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