Durante nuestra última visita a La Floresteca pudimos disfrutar de varias cervezas locales. Una de ellas fue la Weiss Weiss Baby -a mí el nombre me recuerda la canción de Vanilla Ice, no sé si era la intención- de la cervecera Florestina, con sede en La Floresta (San Cugat del Vallès).
La idea de la cervecera era crear un híbrido entre una Weizen alemana y una Witbier belga, utilizando la levadura característica de los primeros y el toque especiado de la segunda, utilizando curaçao y cilantro.
La sirvo en copa presentando ese color pálido, pajizo y velado tan característico de las cervezas Weizen. La carbonatación es muy abundante y genera una gruesa capa de espuma blanca, cremosa, compacta y muy persistente.
En nariz se percibe perfectamente el aroma a trigo, quizás también algo de cítricos, pero no sé encontrar el aroma a plátano. En boca es una cerveza muy rica, con el cuerpecillo que le da el trigo pero muy bebestible y de graduación moderada (4,1%), bastante recomendable para esos días de calor que nos apetecen esos trigazos alemanes. Final muy suave de 16 IBU.
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