11 de octubre de 2021

Freiburg - Hospitalet de Llobregat

 

Llevaba varios años con un colega dándome la barrila para que lo acompañase al mercado de Collblanc en Hospitalet de Llobregat para visitar uno de los templos del bocata: el bar Neme. La pandemia truncó sus planes y hasta que la cosa no se ha relajado un poco no me volvió a sacar el tema. Con la incidencia a la baja en Cataluña, finalmente pusimos fecha a nuestro encuentro para aniquilar ese bocata de bacalao con pimientos y all i oli. Intuyendo que en dicho bar poco craft iba a haber, hice la consulta correspondiente a mi mapa google de cervecerías que debo visitar antes de espichar, y, justo al lado del citado mercado, estaba uno de los pins más importantes que me faltaban por visitar: la cervecería Freiburg. Total, que la incursión bakalaera me sirvió para matar dos pájaros de un tiro. Primero iríamos al Neme a disfrutar de su célebre bocata, y al salir nos iríamos derechitos al Freiburg, uno de esos lugares donde empezó a gestarse el movimiento craft en este país.

Mi intuición no me falló, así que en el Neme me vi obligado a pedirme un botellín de agua. Eso sí, el bocadillo de bacalao con pimientos y all i oli estaba de escándalo. Nos dimos una vuelta por el pintoresco mercado, disfrutando del ambiente de una soleada mañana de sábado, y al salir nos fuimos a saciar nuestra sed al Freiburg.

La cervecería lleva abierta desde 1996. Llevan un cuarto de siglo sirviendo frankfurts y cervezas a la parroquia local. Pero no estaríamos hablando de esta pequeña cervería de barrio si tras sus grifos no hubiera pasado Manolo Baltasar. En sus inicios, antes de la eclosión del craft en nuestro país,  Manolo pinchaba cervezas nacionales, alemanas y belgas. Pero fue cuando descubrió Sierra Nevada cuando empieza a cogerle el gustillo al lúpulo y a pinchar cosas que antes por aquí no se veían. El resto de la historia ya la conocéis. En 2013 se inauguraba BierCaB con Manolo tras sus 30 grifos.

A día de hoy en Freiburg ya no está Manolo, pero continúa su legado, siempre con una birras impresionantes pinchadas en sus tiradores. Actualmente cuentan con 10 grifos y una potente nevera. Actualmente, con la incertidumbre de las medidas sanitarias -una semana te abren todo, a la siguiente todo el mundo confinado- algunos de sus grifos no están operativos.

El local no es muy grande. La barra ocupa buena parte del espacio, que va de punta a punta, y enfrente se encuentran las mesas, pequeñas, debido a la reducido de su espacio. Afortunadamente cuenta con una amplia terraza, que da al mercado, donde se puede disfrutar del aire libre y del ambiente y el trasiego que el mercat de Collblanc genera. Allí es donde nos apostamos nosotros para disfrutar de nuestras cervezas. en sus grifos suelen tener una Pilsner Checa, algunas belgas, varias IPAs y algún que otro petróleo. Para disfrute de un servidor tenían dos barriles de CR/AK. Todo el verano desesperado buscando una puta lata de los italianos y llego aquí y tienen dos grifazos esperándome. Clap, clap, clap. Los putos amos.

No olvidemos el tema pitancil. En nuestro caso descartamos pedirnos un bocata porque justo acabábamos de meternos uno entre pecho y espalda, pero la carta tenía muy buena pinta. Para picar tienen patatas fritas, aros de cebolla, alitas y muslitos de pollo, pinchos morunos, nachos con queso, guacamole o jalapeños y tostadas con escalivada. También cuentan con gran variedad de frankfurts: Bremen, Winzer Mozela, Krakoski, Bratwurst, Gran Bratwurst, Cervela y Pikantwurst entre otros. Y no solo frankfurts, también grandes bocatas como el Rip Hak (costilla de cerdo adobada, con cebolla y salsa especial), el Dresden (pollo crujiente con lechuga, all i oli y beicon), el Montañés (panceta, pimiento y jamón del país), el de lomo (con cebolla, all i oli, y queso Edam), el de Ternera de Nuremberg (con rulo de cabra y pimientos asados), el Serranito (con jamón del país, lomo, pimiento y all i oli), la botifarra de la casa, y una infinidad de hamburguesas y bocatas diferentes (chistorra, malagueña, tortilla, jamón ibérico...). Si alguien quiere finalizar su jornada birruna con algo dulce también cuentan con una pequeña selección de postres.

Estuvimos muy a gusto durante la mañana. Disfrutando de sus grandes cervezas y del maravilloso ambiente que se genera con el mercado. ¡Prometemos volver a catar esos bocatas! De momento, ya les colocamos su merecidísimo pin en nuestro Mapa Birruno. ¡Hasta la próxima!

Balance de daños:


-CR/AK - Guerrilla. ¿Es tanto pedir tener un grifito de CR/AK en cualquier cervecería que se considere craft? En qué me he visto este verano para encontrar un bar donde tuvieran latas de los italianos, así que podéis imaginar mi careto de éxtasis cuando vi que tenían dos grifos de los de Campodarsego. El buque insignia de los italianos. En su día catamos la versión Giant Guerrilla -que nos encantó- pero la original nunca habíamos tenido oportunidad de probarla. Por fin llegó ese día. Cítrica, tropical, con base maltosa, muy rica, amargota al final. Entró guay. 5,8%.

-CR/AK - New Zealand. IPA monovarietal de lúpulo Motueka sin gluten. Ya la caté en su día en formato botella. Podéis volver a leer la reseña que escribí en su día pinchando aquí. 7,0%.

-Nøgne Ø - Imperial Stout. Una joyita guapa. Hacíamucho tiempo que no cataba nada de los noruegos, y la verdad es que ésta me ha dejado loquito. Con cuerpazo, sabrosísima, muy achocolatada, avainillada, sedosa y cremosa. Entraba sola. 9,0%.

Freiburg                Occident 12, Hospilatet de Llobregat (Barcelona)              cerveceriafreiburg.com              info@cerveceriafreiburg.com             93   440   56   33

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