Comienzo el año a tope, y lo voy a regar con una cervecera de las grandes, Trillium, cuarta mejor cervecera del mundo según Ratebeer (o al menos en los últimos premios Ratebeer best de 2020) con la que tenía una espinita clavada. En una de las pocas ocasiones que llegaron a Europa, pude hacerme con un ejemplar de su Fated Farmer Apricot, que a decir verdad no me gustó nada
Le voy a dar otra oportunidad a los de Boston, y para ello me he comprado tres latas de algunas de sus célebres elaboraciones, todas ellas de corte lupulizado. Abrimos la veda con su icónica Fort Point, una New England Pale Ale. La receta lleva las maltas American 2 Row Barley, c-15 y trigo blanco, y los lúpulos Citra y Columbus.
Antes de elegir la copa me he estado fijando en la cristalería que utiliza la marca en su instagram, que es de lo más variopinto, y finalmente me he decidido por una copa que se asemeja a un snifter. Cae grácilmente para lucir un color albaricoque muy vivo y luminoso, con el aspecto hazy característico del estilo. Muy bien carbonatada, de manera que es fácil sacarle una copiosa capa de espuma blanca, muy cremosa, muy compacta y muy persistente, de color blanco y aspecto de nata montada. A priori muy apetecible.
Al asomar el napial me llegan aromas muy afrutados que me recuerdan a la mandarina, de entrada, y más adelante de mango y melocotón. Pese a que es una cerveza muy turbia, no es especialmente corpulenta ni sedosa (intuyo que por la ausencia de avena). Entra con facilidad y alegría. Predominan los sabores tropicales y de fruta de hueso, donde destacan el mango, el melocotón, y de manera más tenue, notas de piña madura de fondo. Cuenta también con su buena dosis de cítricos, donde destacan la mandarina y el pomelo. Una cerveza excelente, sin duda, muy bien hecha, pero sí que es verdad que con la cantidad de cervezas hazy que nos hemos bebido, y con la gran calidad de cerveceros locales que tenemos en España actualmente (algunas de ellas las hemos pillado con un frescor impresionante) pues la cosa queda deslucida, sin que parezca algo realmente extraordinario. Lo suyo sería viajar a Boston y darle al alpiste. Sí me ha sorprendido mucho, es que me haya costado más cara (11,83€) que la Wild Ale con albaricoques que compré en su día. Lata de 47,3cl. 6,6%.
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