Y lamentablemente llegamos al final de nuestras vacaciones birrunas por Euskadi. Nos hubiera gustado que hubieran sido muchísimo más largas (hay tanta cervecería aún por visitar) pero dadas las circunstancias me puedo dar con un cantito en los dientes, así que ni tan mal.
No me podía ir de
San Sebastián sin visitar una de esas cervecerías que me tienen babeando a través de sus redes sociales durante todo el año. Todo estudiado premeditadamente, sibilinamente y maquiavélicamente. Tras la copiosa comida en el
Baga Biga tocaba paseíto por el casco histórico donostiarra para bajar la comida, paseíto por el paseo de la playa de la concha, y teniendo en cuenta el ritmo palmero con el que transitan mi querida esposa e hijos, a la hora de acabar el paseo calculaba yo que ya estaría abierto el lugar que vamos a visitar hoy:
Akerbeltz.
Akerbeltz, además de ser un disco de The Cult es una de las mejores cervecerías
craft de San Sebastián. El local -minúsculo- no tiene ningún misterio, pero la selección de birras y el emplazamiento son inmejorables.
Al interior se accede descendiendo unas pequeñas escaleras, que dejan a mano izquierda el poco asiento (para cuatro personas) que hay en el local. Una pequeña barra circular situada bajo el hueco de una escalera con unos pocos taburetes y un angosto paso hacia el baño es para lo que da de sí el espacio microscópico -muy bien aprovechado, dicho sea de paso- con el que cuentan. Pero si Akerbeltz ha conseguido ser una de las cervecerías craft de referencia den Done Sebastian no es precisamente por el espacio de su interior (que intuyo que la parroquia local solo debe utilizar en caso de las inclemencias del tiempo) sino más bien por su exterior: una espléndida terraza con vistas a la playa de la concha.
La terraza suele estar llena, pero eso no es ningún inconveniente para el público alcoholeta donostiarra. En Euskadi está bastante instaurado el hecho de poder sacar cervezas fuera de un local y consumirlas en la calle. Esto en Barcelona sería impensable. También es cierto que también está muy arraigado el hecho que tú mismo recoges tus vasos, botellas y latas y los devuelves a la barra (esto también sería impensable en Barcelona, que se quedaría la calle llena de mierda). Para los que somos de fuera puede parecernos raro, pero allí lo tienen muy establecido. Como dice el dicho, "allá donde fueres, haz lo que vieres", así que si vas por allí esperando a que salga el camarero a recoger tu basura lo llevas claro. Son sus normas y hay que respetarlas. Este hecho hace que te puedas tomar tus birras sentado en las escaleras, con unas magníficas vistas a la playa de la concha, tan de puta madre. Hay muchísimo ambiente, de gente muy joven, también guiris, obviamente, y el craft convive con la cerveza industrial sin ningún problema.
Cuentan con dos grifos fijos de cerveza industrial y cuatro rotatorios de cerveza artesanal, uno de ellos de bomba de mano. En sus tiradores tener pinchadas cervezas artesanales de Euskadi, pero también algunas de fuera de bastante prestigio. En sus neveras, en formato lata y botella acostumbran a tener un arsenalete bastante potente: Hill Farmstead, Russian River, Side Project, Monkish, The Alchemist, Tree House, Hudson Valley, Other Half, Trillium, Long Live Beerworks, Bissell Brothers, Fidens, Goodfire, Root + Branch, Vitamin Sea, Drowned Lands, Equilibrium, Green Cheek, Kings County Brewers Collective (KCBC), Talea, Finback, Evil Twin, Foam, Barrier,Ruse, The Veil, Crooked Stave, Battery Steele, Metaphore, Mahrs, La Superbe, Whiplash, Fuerst Wiacek, 3 Fonteinen, Tommie Sjef, Antidoot, Ayinger, Sudden Death, Amundsen, Brekeriet, Gamma, Dry & Bitter, Alefarm, Popihn, To Øl, Hop Hoolingans, O/O o Fermenterarna entre muchísimas más.
La verdad es que es realmente impresionante. Durante mi visita quizás la nevera no rezumaba esplendor como en otras ocasiones, no obstante pude disfrutar de un birrote de Whiplash bastante tremendete, y con unas vistas, ambiente y compañía insuperables. Sin más dilación procedo a colocar su merecido pin en nuestro ilustrísimo Mapa Birruno. Espero volver prontísimo.
Balance de daños:
-Whiplash - Step Steadier. La tarde en Akerbeltz no pudo dar para mucho más por la intensidad de la jornada, además tenía que conducir de vuelta hasta Getxo y no era plan de volver con la taja (precaución, amigo conductor), así que me puedo dar con un cantito en los dientes por haber podido disfrutar de esta New England India Pale Ale elaborada con malta Pilsner, Caramalt, trigo, avena y los lúpulos Amarillo e Idaho 7. Con bastante cuerpecito, muy tropical, con notas de maracuyá y mango, bastante naranja y un punto de melocotón riquísimo. Lagrimones como puños. 6,8%. En breve publico la ficha individual con más detalle.
Akerbeltz Mari Kalea 19, San Sebastián (Guipúzcoa) 943 451 452