16 de agosto de 2024

B-12 - Girona


La semana pasada tuve ocasión de visitar Girona, con la intención de ir a comer a uno de sus negocios históricos (cerveceramente hablando). El Bar Restaurante B-12 lleva ni más ni menos que desde 2008 en la ciudad del Onyar como referente en cocina vegana. Desde sus inicios estuvieron ubicados en la Plaça del Vi, pero recientemente se han visto forzados a mudarse al carrer Hortes (muy cerca del famoso puente de les Peixateries Velles). Ni la gentrificación ha podido con ellos.

Dieciséis años como referente de la cocina vegana en la ciudad, apostando siempre por la cerveza artesanal y de proximidad bien valen una visita, así que para allá nos fuimos, un tórrido mediodía del mes de agosto.


El B-12 cuenta con 5 grifos rotatorios de cerveza artesanal catalana, donde suelen tener dos propias, que cocinan en instalaciones de terceros. En sus neveras más de 80 referencias en formato botella y lata, de todos los estilos, la mayoría de ellas catalanas, y primando por encima de todo la proximidad, de cerveceras de la zona. A destacar las cervezas de Moska, DosKiwis, Agullons, Gro, DMR, La Lluita, Rec, Limbik, Gat, Lo Vilot, Zulogaarden, Kom, Reptilian, Maresme, Refu, Segarreta, Marina, BdeGust, FdL Beer Project, Hopsters, CTretze, Whym o Poch's entre muchas otras. además de la selección local también cuentan con algunas referencias de Caleya, Gross, Octavo Arte, BaoBeer, Río Azul o Cierzo. Abarcando prácticamente todos los estilos, con muchas referencias lupuladas, bastantes petróleos, muchas Sours con frutas y alguna que otra Lager local. A mí personalmente me faltó alguna referencia Farmhouse, que es algo que acuso en prácticamente todas las visitas que realizo. Un mal endémico.

Si con el cambio el B-1 ha salido ganando o perdiendo el tiempo lo dirá. Desde luego el local actual es bastante más amplio y espacioso. Sí es cierto que en la ubicación anterior pasabas siempre por la puerta sí o sí. En el sitio actual, es verdad que sigue estando en el centro, muy cerca de lugares emblemáticos como el Pont de les Peixateries Velles, pero ya hay que conocer el sitio e ir a buscarlo. Siguen manteniendo la terraza. Quizás la anterior tenía el encanto de estar situada bajo los arcos de la plaza. La actual es amplia y con una buena sombra, aunque con el hándicap de estar en una calle donde pasan coches, que resta un poco de tranquilidad, sobre todo cuando se va con críos pequeños. En cualquier caso, hay bastantes puntos en los que han salido ganando con el cambio de ubicación, y sin tener que irse del centro de la ciudad, cosa que se agradece.

Su cocina es ecológica y vegana. Cuentan con un menú diario que cuesta 17,50€ (16,00€ si se pide agua, refresco, zumo o vino en lugar de cerveza artesana) que incluye un primero, un segundo, postre y una caña de tirador. El día de nuestra visita como primeros contaban con polenta al horno con crema de anacardos y salsa de chili; taquito relleno de queso cremoso, verduras y frijoles; Pierogi de patata rellenos de setas shiitake y salsa de manzana; y por último la ensalada del día. Yo me pedí el taquito de verduras, que tenía un puntito de jalapeño brutal, y mi amigo Charlie la ensalada.


Como segundos contaban con pastel de arroz negro, nueces y queso con puré de judía y salsa dulce de mostaza; moussaka de berenjena, lentejas y verduras especiadas; gran cantidad de hamburguesas vegetales; y por último el plato del día (no recuerdo qué era). Yo opté por la moussaka, que me agradó muchísimo y Charlie pidió una de las hamburguesas vegetales.

De postre contaban con el brownie de chocolate, helado de mango, yogur de frutos del bosque o de albaricoque, gelatina de uva, manzana al horno con canela y limón, y por último el pastel marmolado. Como hacía muchísimo calor optamos por el helado de mango y el yogur de albaricoque, que estaba exquisito.

Estuvimos muy a gusto (suerte del aire acondicionado) en el interior. A primera hora estaba la cosa muy tranquila, pero a medida que avanzaba la tarde la cosa se fue animando. Quizás en otra época del año valdría la pena volver para disfrutar de unas birras en su terraza, pero en agosto al mediodía el calor era asfixiante, así que la decisión de entrar dentro fue clarísima.

Pudimos estar un rato agradable hablando con el staff  del negocio acerca del cambio de ubicación, y también de la buena selección del negocio y del gran número de cerveceras gerundenses que pueblan toda la provincia. Les mandamos un fuerte abrazo y les colocamos su merecidísimo pin en nuestro nutrido Mapa Birruno. Les deseamos muchísimos años más en activo. ¡Hasta pronto!


Balance de daños:


-B-12 - Not Your Average. La Lager de la casa, elaborada en las instalaciones de Les Clandestines de Montferri. Muy ligera, cítrica y refrescante, con claro predomino del cereal. 5,0%. Muy rica y bebestible.

-B-12 - APAssionant. La American Pale Ale de la casa elaborada en las instalaciones de Moska de Girona. Muy afrutada en nariz, más herbácea en boca, con sabores que recuerdan al melocotón y los cítricos. Muy rica, muy bebestible y de final un poco seco y bastante amargo. 5,5%.

-CTretze - Fura. German Pilsner de predominio claro del cereal con un puntito dulce herbáceo y amargo al final. 4,8%.

-DMR - Suruq. Pale Ale elaborada con ingredientes ecológicos. Sin fuelle, dulce, parece mosto de uva. Nada amarga, raruna. 4,8%.

B-12            Hortes 7, Girona            www.b12restaurant.cat                cafebar-b12@riseup.net             972  013  202

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